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domingo, 8 de octubre de 2017

La filosofía, la educación y el rescate de los valores.

  Por Víctor Manuel Barceló R.

Art. de la semana.

Con mi afectuoso saludo.

11ª Parte.  

En buena medida el “encajonamiento” de Althusser y Foucault dentro de los estructuralistas fue sin su consentimiento. Ambos impugnaron la codificación de su pensamiento dentro de tal corriente. Solo Lévi-Strauss lo formalizó, en reflexión explícita sobre el estructuralismo como método. En la práctica son enfoques subjetivistas en un afán de encontrar nueva orientación para la investigación, que se construya en base a correlaciones efectivas entre diversas partes de las disciplinas involucradas.

La escuela en boga mucho debe a los pensadores de todos los tiempos. Se concentra el reconocimiento en los estructuralistas, que en el caso latinoamericano y caribeño se enriquece, a partir de Freyre con diversos investigadores sociales que expusieron sus tesis, buscando que estas surgieran desde lo local, como ocurrió en México con Horacio Flores de la Peña, Fernando Carmona, Ifigenia Martínez, Alonso Aguilar Monteverde junto a múltiples pedagogos que durante el S. XX y de generaciones más recientes, que siguiendo la pauta de nuestros maestros, continuamos en la búsqueda de soluciones que sin ser privativas de escenarios locales, atiendan a los requerimientos crecientes de una población que se mueve entre la pobreza y la miseria, con condiciones alarmantes de abandono en cuanto a salud y educación para todos, buscando condiciones de equidad primero y de ahí evolucionar a la igualdad y solidaridad social.  

México es apenas un impulso local, con tenencias a integrarse al estructuralismo latinoamericano y caribeño. Este contabiliza, describe y examina a uno de los más fértiles procesos en las ciencias sociales del siglo XX (economía, antropología y educación), que mereció gran circulación y asentimiento entre expertos, interesando a encargados de políticas públicas con influencia en ellos, y en todos los interesados en el desarrollo económico, social y político de la región, partiendo de tareas conjuntas realizadas en la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe (CEPAL) desde las épocas en que participábamos a nombre de nuestros países y el comando allí estaba en manos de uno de los más connotados científicos sociales: Raúl Prebisch.

Análisis muestran (Octavio Rodríguez 2010) que los estructuralistas latinoamericanos comparten ciertas posiciones metodológicas, tomando esencialmente en consideración características reales de las situaciones que se analizan, antecedentes históricos descollados, en oposición a un análisis partiendo de postulados generales y abstractos cuya aplicabilidad se presume independiente del lugar, la época y la historia. El método estructuralista demanda laboriosas consideraciones sobre el contexto y precedentes del problema específico que se observa. Este impacta en la vida toda de un país y de modo específico en su proceso educativo. Ver: https://www.cepal.org/es/publicaciones/1952-estructuralismo-latinoamericano

Por aquellas décadas de los 50 y 60s del S. XX, científicos sociales de la Región –los mencionados y otros más- desarrollaban desde diversas concepciones, la Teoría de la Dependencia, que se presentaba como puerta al desarrollo regional económico, político y social, basado en cambios sustanciales de la forma de atender los requerimientos de los pueblos y comunidades de la Región, siempre en base al enfoque metodológico desarrollado dentro de la CEPAL. Prebisch, a quien se deben contribuciones de gran importancia en la teoría del desarrollo económico, hizo aportes relevantes en temas de orden social. Autores tan diversos como Celso Furtado, Fajnzylber, Theotonio dos Santos y Medina Echavarría lo utilizaron y consolidaron su desarrollo. Este rumbo estricto, como otros señalados en economía, educación y otras ciencias, surge de apoyos libres, sin coordinación previa, fructificando en un desarrollo en cascada, entre numerosos científicos sociales.

Factor de consideración fue la guerra fría que ponía en evidencia el desarrollo de la URSS mediante el -primer intento de manejar racionalmente una experiencia de desarrollo económico a través de la planificación estatal centralizada- (Primer Plan Quinquenal-1929) que en calidad de instrumento revolucionario, definió su crecimiento económico y social, adoptado en buena parte por la Revolución Mexicana, después por el Estado Hindú, completamente por la República Popular China y las repúblicas populares de Europa Oriental. Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Plan_Sexenal

El pensamiento marxista no escapaba, sin embargo, de ese esquema general de raciocinio. Para Marx, la modernidad se identificaba con la revolución democrático-burguesa, versión clasista e histórica de un modelo cuyas pretensiones universales derivaban de su origen de clase: la ideología burguesa. Los pensadores no críticos aceptaban su sociedad como la Sociedad, forma final e ideal de sociedad en general. Para Marx, representaba solo un periodo del desarrollo global de la humanidad. Marx tuvo simpatía por la tesis populista de que Rusia tendría un camino propio —comunidades rurales o MIR ruso— para ir al socialismo, sin transitar por el capitalismo. Empero, ni él ni Engels construyeron puntual y plenamente la idea teórica de soporte general a tal ruta de desarrollo socialista.

La Revolución rusa complicó la explicación de cómo surgiría el socialismo como nuevo régimen político y económico, con componentes propios de un modo de producción diferente, dentro de una sociedad que no maduró la revolución burguesa ni se movía en la modernización. Su influjo impactó, desde la Segunda Guerra Mundial, en varias partes del mundo no desarrollado, que buscó realizar esa modernización, que las burguesías colonizadas y dependientes –por lo general inexistentes en esos países- no habían alcanzado.

Esta modernización buscaba consumarse bajo la dirección de la clase obrera y su partido, acorde a la ideología de los regímenes de "democracia popular" en el poder. Lo grave era que en la mayoría de esos países, no había una clase obrera que condujese tal proceso político, económico y social, menos una industria que apoyara la producción postcapitalista. Los regímenes de transición al socialismo buscaban combinar su economía estatal -en parte socialista- con el mercado y formas de producción anteriores. Problemática que el pensamiento dialéctico aspiraba descifrar.

En el fondo, el estalinismo había sido un revés a la dialéctica marxista-hegeliana. Se apoyaba más en el positivismo al tornar el régimen soviético en un modelo magistral a practicar por los nuevos regímenes revolucionarios. Sus fundamentos eran: crecimiento económico apoyado en la industrialización de base, subsidiariamente, en la industria de bienes de consumo; partido único o coalición de partidos democrático-populares controlados por el Partido Comunista; reforma agraria y repartición del ingreso que apuntalara mayor igualdad social; cultura popular que valorara el folklore, las expresiones del trabajo y la construcción del socialismo.

Como tales postulados no se daban en el llamado Tercer Mundo se deseaba que, en la mayor parte de esos países, se concluyera la revolución burguesa, con participación de los partidos comunistas. China, Corea, Vietnam y Cuba –en su momento- rompieron tal principio, provocando crisis en el estalinismo y una intensa discusión en el campo marxista. Ver: https://juanjolouthar.wordpress.com/2014/05/29/la-permanencia-del-sistema-socialista-en-china-cuba-vietnam-y-corea-del-norte-y-la-transicion-democratica-en-europa/

Paul Baran (1957) probó que la gestión socialista del excedente económico de las economías subdesarrolladas garantizaba una mejor distribución de renta junto a un crecimiento económico más rápido y equilibrado. Los modelos soviético, yugoslavo (que no incorporó varios atributos del primero), el chino, que partía de condiciones económicas nuevas y finalmente, el cubano y el argelino se convirtieron en materia de estudio para una concepción socialista más plena y compleja, constituyéndose en nuevas proposiciones de gestión socialista del desarrollo económico. Diversos grupos buscaron convertir estas experiencias históricas en "modelos" aparentemente superiores de transición al socialismo, convirtiéndolo en un ejercicio intelectual importante pero más futuro que alentar el debate  sobre el socialismo como transición de un capitalismo subdesarrollado y dependiente hacia un nuevo modo de producción post capitalista. La dificultad del debate se veía agravada por el hecho de que tales regímenes se establecían en una economía mundial capitalista. La propia URSS no podía desarrollarse según su voluntad y estaba obligada a condicionar su desarrollo a las exigencias de la guerra fría impuesta por Estados Unidos. El desenlace es bien conocido, con la disolución de la URSS y la conformación de la economía globalizada. Ver: https://es.scribd.com/document/294068796/Paul-Baran-La-economia-politica-del-crecimiento-docx

Hasta antes de Baran la visión del subdesarrollo era de ausencia de desarrollo. El "atraso" se explicaba por las trabas que en ellos existían para su pleno desarrollo y modernización. Para la década de los 60 del S. XX, estas tesis pierden notabilidad por la incapacidad del capitalismo de repetir experiencias triunfantes de desarrollo en sus ex colonias,  sobre todo en las que iniciaban su independencia a partir de la 2ª Guerra Mundial. Aun países que presentaban tasas de crecimiento económico bastante elevadas, como Los países latinoamericanos y Caribeños, cuya independencia política se logró a principios del siglo XIX, tampoco salían a flote debido a la hondura de su dependencia económica, política y social de la economía transnacionalizada. Su crecimiento económico –a veces considerable- solo acentuaba la concentración de la riqueza en unos cuantos, acumulando miseria, analfabetismo y condiciones de salud y educación que crea amanuenses para los capitales provenientes del exterior. Urgía avanzar en caminos de análisis con los pies en la realidad local. (Continuará)
Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com    Puebla, Pue.-1º - Oct. – 2017.




 

miércoles, 13 de septiembre de 2017

LA FILOSOFÍA, LA EDUCACIÓN Y EL RESCATE DE LOS VALORES. Parte 8

Por Víctor Manuel Barceló R.
8ª Parte.  

Los filósofos de todos los tiempos, griegos, asiáticos, europeos, y americanos de renombre, son estudiados y aprovechadas sus enseñanzas, incorporándoles a líneas de pensamiento en que se consideran notorias similitudes entre sus integrantes. 

El libro que nos motivó a realizar esta serie de artículos y cuyo texto fue base de un Diplomado en el Colpue de Puebla, México -que ya terminó- nos habla de ello y requiere de una lectura cuidadosa, porque si bien está preparado pedagógicamente –como lo afirmamos en la 1ª entrega- para un nivel medio educativo, sus contenidos, ampliamente aprovechados en esta serie de artículos, merecen integrar la biblioteca de cualquier interesado en la filosofía de la educación. Ver nuevamente: Óscar Barrera Sánchez, Abigaíl Huerta Rosas. “Filosofía. Conect@ Entornos” Primera edición, 2014. D. R. © SM de Ediciones, S. A. de C. V., 2014.   

Veamos ahora como en la teoría educativa contemporánea se conforman corrientes de pensamiento que no podemos excluir de cualesquiera discusiones. Ocurre en el debate teórico acerca de manifestaciones educativas, en que las escuelas como: constructivismo y conductismo –las dos más traídas y llevadas- el neo institucionalismo, la teoría y el enfoque curricular de competencias –todavía en boga por la Región Latinoamericana y Caribeña- el marxismo, las neurociencias, el funcionalismo, las teorías reproduccionistas, o bien, el pensamiento crítico educativo, asumen versiones que son motivo de debate –como expresamos- pero a la vez esfuerzos por presentar síntesis para su esclarecimiento. (Morales, 2010).

Quizá lo importante al intentar participar en este proceso sea recoger criterios que lleven a aproximarnos al cometido y sitio en que se sitúa el
pensamiento crítico en la teoría educativa contemporánea, especialmente en función de “dos derivaciones educativas de esta modelo de razonamiento: la pedagogía crítica y la teoría crítica de la educación”.

La mayoría de los analista encuentran relación del pensamiento crítico con el hecho de litigar o valorar, lo que trasciende en el origen de la palabra crítica (vocablo griego κρίσις (kri) que entraña instalar una reflexión o
asumir una determinación. De allí que al referirnos al pensamiento crítico, estemos haciendo referencia a prácticas de interrogantes y de apreciación, que nos lleven en definitiva, a producir un juicio o asumir una postura en relación a un suceso, evidencia o concepto.

El pensamiento crítico, es herramienta necesaria en el proceso educativo, que requiere ser incentivada desde la educación, a fin de ser aplicada en la vida de quienes pretenden proponer o impulsar cambios en las condiciones de sus escuelas, comunidades o pueblos. 

Pero hay veces que las condiciones no son propicias para la crítica –que debe cifrarse en posiciones o criterios para el avance social-. En tales casos resulta despectiva la calificación de crítico al individuo que la ejerce, decretándole como alguien que presenta aspectos negativos de una expresión, contexto, persona o acción, en los momentos en que se escenifica. Así se vienen considerando a las organizaciones de profesores en Latinoamérica y el Caribe, que propugnan mejores salarios y trato adecuado a su elevada misión, así como la conformación de modelos educativos acordes a los requerimientos de libertad y desarrollo sustentable de sus respectivas naciones. Ver: Revista Mexicana de Investigación Educativa. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-66662015000400011 

En lo intelectual, la voz “crítica” goza de jerarquía esencial. Florece en la Filosofía y Ciencias Sociales. Allí cuenta con un ámbito fecundo, dado que debates e interrogantes acerca de la función del pensamiento, son más trabajados y periódicos. La noción de crítica es creada por Immanuel Kant (1724 1804), apreciado fundador del pensamiento crítico en la filosofía, como vimos anteriormente. Recordemos que la importancia del sistema de Kant está en el ámbito de la epistemología. Aspiró a discernir qué es el conocimiento humano, sus modos y artefactos más idóneos; buscaba situar la naturaleza y la suprema actitud de producir la sapiencia humana.

Para precisar la validez de la critica en la educación, proveniente de la filosofía, repasemos a filósofos prekantianos que expusieron estudios y libros acerca del conocimiento. Francis Bacon (1561-1626) defiende el empirismo e identifica el conocimiento humano con la experiencia, negando absolutamente todo conocimiento no alcanzado mediante la experiencia. La principal obra de Bacon es Novum organum: una comprensión de la naturaleza y supremacía del hombre, tratado sobre la predominancia de la técnica y la experimentación, como formas de entender y conquistar el mundo. Para Bacon la “observación: Es aplicar solícitamente los sentidos a un objeto o fenómeno y examinarlos como se muestran en esencia; puede ser ocasional o causalmente. Inducción: es descubrir el principio fundamental de cada observación o experiencia”. Para profundizar en el método científico y otras formas de interiorizarse en la filosofía científica, Ver: https://historiadelaciencia.idoneos.com/367048/

John Locke (1632-1704) avanza más allá. En la vivencia asigna sitio al conocimiento exclusivamente en la percepción de los sucesos sensibles, ciñéndole, dejando fuera del mundo cognoscible, cosas o filiaciones de la realidad que no se sienten, son inmateriales. Lo que no es perceptible es imaginario o irreal para Locke. Hoy discernimos que diversos hechos de la realidad que no percibimos, existen. Ver su Ensayo sobre el conocimiento humano , tratado sobre el acto de conocer, entendido como experiencia y percepción en:https://getafe.es/wp-content/uploads/Locke_John-Ensayo_sobre_el_entendimiento_humano.pdf 

Por su parte, George Berkeley (1685-1753) obispo anglicano continúa la práctica de juicios sobre el conocimiento humano, al que consideró como representaciones e ideas mortales sobre las cosas sensibles. Para Berkeley solo hay seres que perciben y otros que son percibidos. Las percepciones son ideas y representaciones, por tanto el conocimiento se acorta a las ideas, que provienen de Dios. Esta teoría es una defensa de la existencia de Dios mediante el desprecio a la experiencia pura y la exaltación de las ideas y de las representaciones. Berkeley escribe el Tratado sobre los principios del conocimiento humano publicado en 1710, continuando la tradición de auscultar qué significa conocimiento y qué es la acción de conocer. Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/George_Berkeley 

David Hume (1711–1776) filósofo, economista e historiador escoces, insiste sobre el juicio de las pericias cognoscitivas del hombre y el afán por dilucidar el alcance del acto de conocer. En él concurren escepticismo y positivismo. Duda razonable, causalidad y necesidad de prueba empírica integran, en conjunto, el origen obligado del conocimiento humano, constituyendo los ejes del pensamiento de Hume. Algunos filósofos ven influencias de Locke y Berkeley, en su Tratado de la naturaleza humana: ensayo para introducir el método del razonamiento experimental en los asuntos morales, y su Investigación sobre el entendimiento humano publicada en 1748. Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/David_Hume 

A estas tesis se enfrenta Kant introduciendo la idea de valorar estados de validez del conocimiento en edificación. Por ello fue revolucionario en la historia del pensamiento. Arthur Schopenhauer se refiere a la obra de Kant como la causa de un verdadero renacimiento intelectual. Ver: http://critica.cl/filosofia/la-importancia-de-schopenhauer 

La filosofía prekantiana, juzgaba sin recelo alguno la existencia de Dios, del mundo y todas las cosas posibles; era dogmática. Kant establece la suya, que es crítica. La dogmática supone lo que debía ser investigado: la posibilidad de conocimiento; la crítica explica esta posibilidad. En oposición a filósofos anteriores, el objeto de estudio en Kant no es el conocimiento de los fenómenos, sino el proceso mismo de la razón. Reiteremos que su crítica es epistemológica, no cuestiona el conocimiento, sino los límites de la razón y del entendimiento. Por tal diferencia con antecesores y contemporáneos, se afirma que el origen del pensamiento crítico está en la obra de Kant, que afina, a través de la crítica, el método del razonamiento filosófico e íntegra razón, práctica y juicio estético. Ve en la crítica de la razón, el único medio por el cual pensamiento y conocimiento pueden depurarse y marchar.

Habíamos visto también que de las obras más destacadas del pensamiento crítico –posKantiano- es la de Karl Marx (1818–1883) que coincide, con una etapa en la que las Ciencias Sociales están distanciándose de la Filosofía y de la Filosofía Social, buscando su afirmación como ciencias en el medio académico e intelectual del siglo XIX. De allí que la obra de Marx sea de cambio, al poseer partes de la Filosofía y aspiraciones científicas, tanto de la Economía como del Derecho y la Sociología. Marx tiene una vasta influencia en las Ciencias Sociales y Humanidades, destacándose en la política realista, al constituirse el marxismo es una osadía intelectual por aclarar el devenir de la sociedad, a partir del materialismo y los desiguales modos de producción en que se expresa la contradicción de clase. Por ello  no es solo aspiración “cientificista”, sino conlleva aspiraciones prácticas de transformar el orden social y podemos verlas respaldadas en la muy famosa (citada varias veces) tesis número once de Marx sobre Feuerbach: Los filósofos interpretan a su modo el mundo, Marx trata de transformarlo. Ver: http://www.cuadernospoliticos.unam.mx/cuadernos/contenido/CP.41/CP41.3RubenJimenezRicardez.pdf 

Antes de tocar la pedagogía crítica y la teoría crítica de la educación, recordemos una frase de (Peter McLaren, 2006) inscrita por Sergio Quiroz Miranda en su ensayo: La Pedagogía Crítica : Lectura Renovada que fortalece al Marxismo. En Rebelión: “...Vivimos en un tiempo tan brutal, tan despiadado, que tenemos que preguntarnos continuamente si no estamos soñando. Incluso cuando reconocemos el dolor y la desesperación de tantos que viven en un estado de desequilibrios nacionales e internacionales, y aunque nos espantamos ante el grado de explotación capitalista y la degradación ambiental de nuestro mundo contemporáneo, permanecemos prisioneros de la ilusión de que vivimos en el mejor de los mundos posibles...” 

Más adelante nos recuerda las contribuciones de la Pedagogía Crítica revolucionaria, de modo especial la corriente que fundara Paolo Freire y cuyo principal exponente es hoy el Dr. Peter Mclaren de la Universidad de California en los Ángeles. Considera que la pedagogía Crítica indicada, nos lleva a un proceso de producción de conocimiento nuevo, producto de “una ruptura con la estrecha epistemología del fin de la historia, actitud muy útil en esta época en la que ni la izquierda ha escapado a la esclerótica racionalidad que excluye toda posibilidad de soñar con un mundo mejor, que considera absurdo la reconstrucción de la utopía”.
De allí la inclinación de la pedagogía critica en refrescar argumentaciones y “abordar el análisis de la realidad con los parámetros del marxismo”. Baluarte de la Pedagogía Crítica es su aptitud por conferir al lenguaje “un alto valor como forma de poder y resistencia que retroalimenta la utopía esperanzadora del socialismo y la convicción de que el capitalismo no es el fin de la historia”, junto a su remozada aptitud de firme cuestionamiento teórico del capitalismo, frente a los “dogmáticos enfoques y cerrados discursos provenientes de la izquierda tradicional de América Latina”. 

Se presenta una novedosa “propuesta ontológica y epistemológica en la manera en que pensamos acerca del conocimiento y el ser; en la manera en que asumimos la crítica al capitalismo, liberándonos de las cadenas epistémicas que nos impiden ver su esencia expoliadora, vinculándonos a la construcción de un nuevo “ser” cuya fuerza radica en promover la potencialidad liberadora que hay en cada sujeto dominado”. (Continuará) Ver: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=29211 
Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com    Puebla, Pue. 10-Sep.-2017.



martes, 12 de septiembre de 2017

LA FILOSOFÍA, LA EDUCACIÓN Y EL RESCATE DE LOS VALORES. Parte 7

Por Víctor Manuel Barceló R.
7ª Parte
De inevitable esfuerzo, subraya Emanuel Kant al proceso educativo, sin el cual el ser humano no estaría preparado para habitar un Planeta regido por leyes. “Todo nuestro conocimiento arranca del sentido, pasa al entendimiento y termina en la razón”.

La trascendencia de la filosofía kantiana está en que es pionera en la evaluación epistemológica de los medios de validez del conocimiento, sin rebatir la existencia o no de fenómenos metafísicos, o de los indicios sensibles o suprasensibles así como la utilidad de la experiencia. A diferencia  de los filósofos anteriores, el objeto estudiado por Kant no es el conocimiento de los fenómenos, sino el proceso mismo de la razón.

Tras Kant y en veces bajo su influjo, surgen otros filósofos que tocan con fervor el tema educativo, como factor fundamental de la vida humana. Resalta por su impacto en su época y más aún en la evolución posterior, Karl Marx. Pero antes de entrar en tema, hagamos una digresión necesaria.

Algunos lectores recomiendan olvidar el pasado, soslayar las ideas de los clásicos, para seguir concentrados en los acaeceres de los últimos años. Están incorporados probablemente al grupo de examinadores y evaluadores de la “actualización”. Le ocurrió a una maestra amiga, escritora, con una importante producción de cuentos, cuyos textos para un último libro, fueron a dar a manos de expertos, quienes opinaron que requieren “una corrección "ortotipográfica"…cuyo acompañamiento cuesta más de 500 euros”.

Estos equipos que comercian con la corrección de estilo, más allá de lo que una tarea así vale por su real utilidad, generalmente valoran lo inmediato aunque sea poco trascendente y pierden de vista –en el caso nuestro- la grandeza discursiva de los autores clásicos, a quienes valoran poco porque
generalmente los desconocen o los conocen de manera muy superficial. La filosofía y el pensamiento profundo, base de las determinaciones serias para la acción, les parecen inútiles y aburridos. Los conceptos les sobran. Ellos requieren datos y gráficas para sustentar sus decisiones que, por su frialdad intelectual, con frecuencia son erráticas y de muy corto plazo.

Pero hay que estar “a la moda”, citando autores y vertiendo datos, sin alcanzar a entender si tales autores –generalmente respetables- y los datos que aportan, son adecuados o si se vinculan correctamente a lo que pretenden precisar para la vida cotidiana.

Lo más grave de ese tipo de orientaciones es que tienen poder institucional desde principios del siglo XXI y someten a los procesos educativos y de investigación, a pautas falsamente austeras, alienándolos en el sinsentido y falta de aplicabilidad real, de los presumidos hallazgos científicos y
su “difusión educativa”, muchas veces señalados en documentos de antigua data. Otros basan su valoración de calificaciones en los posgrados o censura de una acción socialmente trascendente, al no tener respaldo en otro idioma.  
La “posmodernidad” como período histórico, pretende olvidar por “arcaica”, toda cosmovisión operable. Torpe rechazo ante un ser humano universal, en demanda de rutas alternas para no hundirse en el desaliento, el desorden, expuesto al asedio insolente y desconsiderado de los dueños del Planeta desde el gran capital, enseñoreándose por todos los rumbos de nuestra Región.

Desprecian los empeños de grupos y países -en algunos casos desesperados- que buscan sendas por donde avanzar para remontar la irritación general, en busca y construcción de un sistema de vida, a partir de la educación, en que impere la justicia, equidad, la cooperación social, la fraternidad y libertad esenciales, como lo pretendieron todos los filósofos de la educación que a la humanidad impulsan. Por ello y mucho más, retornemos a los clásicos y abrevemos de ellos para el presente y la prevención del porvenir de nuestros pueblos y comunidades.

Karl Marx (1818-1883), fue un filósofo alemán que impactó con su pensamiento de modo generalizado. Señaló –de inicio- que todos los estados y sus sustentos legales se fundan en la imposición o dictadura de los intereses de una clase económico-social dominante, sobre las otras, que viven a expensas de la primera.

Considera que los seres humanos subsisten en relaciones sociales y económicas que no escogieron ni votaron, por lo que están atados fuera de su “voluntad”, convocándoles a la organización política de los “sometidos” para alcanzar su emancipación, anulando toda forma de subordinación. Su propuesta va en el sentido de abolir el Estado y las leyes injustas que lo sostienen, avanzando hacia el comunismo. En  este sistema, los voluntarios intereses individuales coincidirían con los intereses colectivos, encajando con el pensamiento de Rousseau en su “Contrato social”, como vimos.

Para ello Marx propone llevar a cabo la travesía  por un Estado social (con una constitución socialista) que conciba y aplique una nueva legalidad, extirpando las raíces de todo estado al servicio de unos cuantos: la propiedad privada de los medios de producción, en ella se basa el egocentrismo, los intereses opuestos, la explotación de unos por otros y toda miseria que prolifera en los países dependientes.

De allí que considerara que la educación sería una acción liberadora, que relacionara el trabajo manual con el intelectual, de manera libre y creadora. A los niños habría que incorporarles gradualmente al proceso económico-cultural y político, desarrollando en ellos, a la par, el sentimiento de pertenencia a una clase social revolucionaria y fortaleciendo su libertad para pensar y crear -incluyendo la creación estética- para lo que ahora denominaríamos llegar a una educación integral para la libertad, la justicia, inclusión y búsqueda de condiciones de vida, adecuados a los requerimientos y esperanza de los pueblos y comunidades.

Se considera que el pensamiento de Marx es pensamiento crítico por dos razones: 1ª.- Es una forma de cuestionamiento de las maneras de proceder de la ciencia económica de su época, sobre todo de la economía política clásica, desarrollada particularmente por autores británicos (David Ricardo (1772-1823) y Adam Smith (1723–1790). En las principales obras de Marx, tales como Contribución a la crítica de la economía política (1989), El Capital (1971) –cuyo 1er Tomo cumple en este 2017, 150 años de publicado por 1ª vez-. Leer: EL Capital. 150 años del primer tomo Carlos Marx. José Alarcón Hernández. Editorial Porrúa. México. 2017.

Así como en otras obras sustantivas de Marx: Manuscritos económico-filosóficos (1975), Sociología y filosofía social (1978), Manifiesto del Partido Comunista (1972) - escrito por Marx y Friedrich Engels-, es posible encontrar su crítica a la razón económica y política burguesa, dominante en la época en que Marx escribió.

Lenin –seguidor teórico y práctico del marxismo- consideraba que una de las fuentes del marxismo era justamente la economía política clásica inglesa, contra la que Marx construye una crítica a esta forma de pensamiento. ( Vladimir Ilich Lenin, 1973), crea las Tesis de Abril (-4-abril-1917) en las cuales el líder comunista ruso, expresó su rechazo a la 1ª guerra mundial y estableció un programa político para la conquista del poder por la clase trabajadora. Los científicos sociales las consideran como el modelo más perfecto del marxismo creador revolucionario.

Tenían el objetivo de promover la transformación revolucionaria en el mundo, donde fueran protagonistas el proletariado y el campesinado. Los puntos fueron:
1. - Una guerra imperialista de rapiña. Afirmó sobre la 1ª Guerra Mundial: "Esta Guerra no traerá ningún tipo de ventaja para el proletariado".
2 .- Sustituir el poder de la burguesía. Consideraba que todavía la Revolución no llegaba a su punto culminante; el poder estaba en la clase burguesa, debía llegar a manos de proletarios y campesinos.
3.-   Desenmascarar al gobierno capitalista. Abonó al no apoyo al gobierno provisional, porque no iba a centrar su gestión en los intereses del pueblo.
4  Una labor crítica y de esclarecimiento de los errores. “Mientras este gobierno se someta a la influencia de la burguesía, nuestra misión consistirá en explicar errores de su táctica, de modo paciente, sistemático, tenaz y adaptado especialmente a las necesidades de las masas” .

5.-  Abolición de viejas estructuras. Lenin definió las políticas que establecerían a partir de que se hicieran del control del Estado: establecimiento de una República de Soviets y abolición de viejas estructuras zaristas (policía, Ejército, entre otros).
6.- Confiscación de todas las tierras de latifundistas. Reforma agraria que beneficiara a los campesinos más pobres: "En el programa agrario, trasladar el centro de gravedad a los Soviets de diputados braceros".
7.- Fusión inmediata de todos los bancos. La nacionalización de la banca fue planteada por él: "desaparecerán los bancos privados, propiciando unión de estos, con un único banco nacional…vigilado por los Soviets".
8 .- Pasar a la instauración inmediata del control de la producción social.
Lenin declaró rechazo a implantar de inmediato el socialismo; solo poner tierras y beneficios del país, en manos de los Soviets, para que lo organizaran, solucionando el hambre y desempleo que ocurría en su territorio. Fuertes y preparados, se podría hacer la tan deseada Revolución. Ver:https://www.telesurtv.net/news/En-claves-Que-planteo-Lenin-en-las-Tesis-de-Abril-20170403-0063.html

2º .- El marxismo es pensamiento crítico, no solo evalúa la eficacia de la razón económica de su época, se convierte, también, en crítica social, en la
medida que denuncia y cuestiona realidades como la desigualdad social, la explotación de una clase sobre otra, la enajenación y alienación, así como el dominio ideológico, que no es sino otra manifestación de la dominación de clase. Ver: https://kevin-anderson.com/wp-content/uploads/docs/anderson-article-unkown-marx-capital.pdf    

En esta operación del marxismo vemos puesta en práctica la citada tesis once sobre Feuerbach, donde Marx establecía como función de la Filosofía no solo la comprensión del mundo, sino su transformación. En cuanto a la comprensión el marxismo con su aparato teórico y engranaje metodológico es capaz de exponer la evolución de la sociedad, del esclavismo al capitalismo, yéndose a fondo con las particularidades de las sociedades capitalistas. Respecto a la transformación, las experiencias de socialismo real, son adaptaciones a los contextos en que ocurren, considerando las condiciones histórico-sociales, no siempre con niveles altos de éxito. Ver: http://www.ehu.eus/Jarriola/Docencia/EcoMarx/TESIS%20SOBRE%20FEUERBACH%20Thesen%20ueber%20Feuerbach.pdf

El trabajo de Marx es una forma de pensamiento crítico que además de ser epistémico, es social; no solo evalúa las formas del conocimiento, y los modos de la razón en la Filosofía, la Economía, la Historia, la Educación, el Derecho y la sociedad, sino que desarrolla una crítica y una visión de cambio, acerca de las condiciones sociales -aquellas de explotación y dominación- de forma que se convierte en crítica social.

Decía Loic Wacquant en una entrevista titulada Pensamiento crítico y disolución de la doxa, que desde su punto de vista el pensamiento crítico más fructífero es aquel en el que coinciden la crítica epistemológica kantiana, y la crítica social marxista (2006). Ver: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=81400203

La afirmación de Wacquant podría incorporar la fórmula de Pierre Bourdieu (2000): las armas de la crítica deben ser científicas para ser efectivas. Por tanto, el pensamiento crítico que tome en cuenta la cuestión social, debe ser no solo crítico desde el sentido común, ser científico social, con el fin de que sea efectivo. Aquí Bourdieu (2002) considera que el conocimiento debe desarrollarse en el marco de la problematización teórica y la confrontación empírica, solo el conocimiento que cumpla con estas dos condiciones podría ser considerado como pensamiento crítico. Habría dicho anteriormente que antes de pensar cómo nos gustaría que fuese la realidad, debemos comprender cómo es, hasta ese momento estaremos facultados para pensar en otras posibilidades. Ver: http://www.scielo.sa.cr/pdf/aie/v14n2/a20v14n2.pdf (Continuará).
Correo electrónico v_barcelo@hotmail.com    Puebla, Pue. 3-Sep-2017.