LAS POSIBILIDADES Y LIMITACIONES DE LA DIPLOMACIA
General de División D.E.M. Ret. ROBERTO BADILLO MARTÍNEZ.
exterior.
El político normal la utiliza periódicamente por necesidad; el político activo la usa para lograr
objetivos pasajeros; pero el conductor de un país la emplea cuando es necesario, para la
defensa de su nación y del pueblo que representa y también audazmente, cuando trata de
lograr objetivos nacionales, o defenderlos si están en peligro.
Con todo, la diplomacia tiene POSIBILIDADES de lograr los propósitos que cada tipo de político
desea al aplicarla, pero también tiene LIMITACIONES e incluso serios obstáculos para lo mismo.
Es lógico que así sea.
Al enfrentar y desarrollar, normalmente o con intensidad de pensamiento, la historia, la política
y la cultura de las naciones, por muy vecinos que sean, el radio de acción de la diplomacia es
gigantesco y abarca casi todos los ambientes de los países. Su acción es casi totalizadora.
En efecto quien representa a una nación lleva en sus hombros toda la carga histórica, política y
cultural de su pueblo y con quien va a dialogar en cualquier situación, lleva de su parte la misma
carga. Se convierte el diálogo en un caso extremo, en un verdadero choque de opiniones entre
los dos representantes lo cual es inevitable. Pero este choque de opiniones sólo se puede llevar
a cabo mediante la diplomacia.
Fuera de la diplomacia está el insulto y la intolerancia, primeros pasos para agravar cualquier
situación entre países.
Lamenté que muchos mexicanos de izquierda, de derecha, comunistas, marxistas o socialdemócratas
por sólo citar cinco “ismos” de las decenas que existen en el país llamaran con
insultos a Donald Trump, después de sus iniciales y tronantes declaraciones contra los
mexicanos. Violadores y narcos nos dijo. Lo que más me extrañó (porque a pesar de los cambios
de los últimos 30 años y de los Fox y Calderón, todavía tiene líneas de admirarse la diplomacia
mexicana) fue la reacción insólita inicial de elementos gubernamentales.
Por fortuna esto duró poco, luego vino en cambio adecuado, o por lo menos con el que estoy de
acuerdo: “México no intervendrá en la campaña presidencial de Estados Unidos, se mantendrá
al margen de la misma y trabajará con la persona de cualquier partido que sea electa por el
pueblo estadounidense”. Sabia declaración del gobierno mexicano, a la que sólo le faltó agregar
que esa misma intención pedimos de parte de extranjeros, cuando realicemos un proceso
electoral en México.
Las declaraciones iniciales de Trump se deben a la idiosincrasia estadounidense, principalmente
de sus gobernantes de todas las épocas que han sido educados, en la creencia que son el pueblo
del “destino manifiesto”. Una cultura educativa derivada de la Biblia, que es utilizada para
muchas actividades y no nada más religiosas. Entonces las declaraciones de Trump se derivan de
esa cultura. En estados Unidos el triunfador social es el que se hace millonario, sin tomar en
cuenta la ética y la moral. Las películas de Hollywood sobre personajes mafiosos presentados
como triunfadores así lo recalcan.
Trump es millonario. Ser millonario, no importa el cómo, es ser triunfador en Estados Unidos.
Puede ser en alguna actividad noble como el deporte, o la ciencia, la industria y el comercio,
pero puede ser también en alguna actividad innoble, como un vendedor de armas o traficante
de drogas.
No voy a responder y respeto además, a todos aquellos que desde diversos “ismos” se lanzaron
contra Donald Trump, pero si lamento mucho las declaraciones de algunos Senadores de la
república que pidieron declarar a Trump, “persona no grata”. Esto es inconcebible, porque en el
Senado de la república hay una comisión de relaciones exteriores que debe conocer sus
responsabilidades diplomáticas y porque además tiene constitucionalmente el Senado,
responsabilidades en la política exterior mexicana.
No va a ser un suceso el triunfo de Trump, porque todos quienes conducen la política de los
Estados Unidos desde su fundación como nación, han dirigido el actual proceso electivo desde
su inicio para que la Señora Clinton, previamente y durante años preparada por ese grupo para
ser Presidente, lo sea.
Un cambio de esa situación sería por algo inusitado. Sería por un acontecimiento escandaloso o
trágico, no previsto por quienes manejan la política en ese país.
Las declaraciones contra México del precandidato Trump, fueron fanfarronadas, para llamar la
atención, que no solamente obtuvo en Estados Unidos sino prácticamente en todo el mundo.
Producidas también por la soberbia de los que se piensan triunfadores estadounidenses con
respecto a los demás pueblos del mundo.
Me dí cuenta que eran fanfarronadas, cuando un mexicano enarboló la bandera de México
desde uno de los edificios de Trump. Esperaba una reacción en contra de esa acción. No se
produjo o no se publicó. Las campañas políticas para la presidencia de Estados Unidos son
completamente dirigidas, escogiendo los candidatos, pagadas y manipuladas por los mismos
grupos que son los dueños del poder económico, financiero, gubernamental, de medios de
comunicación, industrial y bancario de Estados Unidos.
Las fanfarronadas e insultos de Trump están en la línea que algunos candidatos de esas
campañas deben implementar para llamar la atención del pueblo de Estados Unidos.
Trump al decir soy patriota estadounidense y quiero a mi país; al decir que su país ha sido
engañado y explotado por otros países, está en línea con personajes de la política
estadounidense que han dicho lo mismo e incluso cosas peores; Madeleine Albright, ex–
secretaria de estado, dijo que ese país era el único país indispensable en el mundo; George W.
Bush ex-presidente de Estados Unidos, dijo que el mundo debe acomodarse y adaptarse a las
decisiones que toma su país, que son desde luego las que convienen a Estados Unidos; Barack
Obama dijo que los tratados comerciales son para beneficiar en primer lugar a Estados Unidos.
Hay que comprender entonces que la política exterior de Estados Unidos: “no tiene amigos
tiene intereses”, como muchos diplomáticos estadounidenses lo han repetido y esto es una
copia de la política imperialista inglesa, de Lord Palmerston, Ex Primer ministro del Reino Unido,
quien dijo exactamente lo mismo: “el reino de Inglaterra no tiene amigos tiene intereses”.
Fue el más importante personaje perseguido por Estados Unidos en los últimos años llamado
Julian Assange, aún asilado en la embajada de Ecuador en Inglaterra, el que dijo con respecto a
los candidatos Clinton y Trump, que no existía posibilidad de escoger, porque tan malo era uno
como el otro.
(Lo dijo en otras palabras que no deseo repetir).
Esa es la realidad. En la elección estadounidense dirigida por los que mandan en Estados Unidos
en todos los órdenes de la vida de ese país, se sabe que su candidata preparada especialmente
para ello, captada para que los sirva incondicionalmente y que será manipulada por ellos es la
señora Clinton “la demócrata”.
Ahora bien, desde el gobierno estadounidense la señora Clinton realizó actos contra nuestro
país. En efecto desde la ciudad de México en compañía de la Secretaria de Relaciones
Exteriores, Patricia Espinoza Cantellano, del Presidente Calderón Hinojosa anunció, la
construcción del Centro de Información conocido “como el bunker del espionaje”, a cargo de la
Secretaría de Seguridad Pública, como el principal centro de espionaje de la nación; la misma
señora Clinton impulsó hacia el cargo de procuradora general de la república a Marisela Morales
Ibáñez, condecorándola previamente en Washington con “cualquier corcholata”, a fin de que
permitiera la intromisión de agentes estadounidenses a esa dependencia. El mismo Secretario
de Seguridad Pública Genaro García Luna ahora viviendo cómodamente en Miami, declaró en
aquel entonces que su dependencia estaba lista para proporcionar la información de ese centro
al gobierno estadounidense.
La señora Clinton formó parte del gabinete del Presidente Barack Obama, que pasará a la
historia como el “gran deportador de mexicanos”, al acumular a mas de dos millones de
mexicanos deportados, incluyendo niños y jóvenes nacidos en ese país; incluyendo también en
esos dos millones a ex-combatientes de las guerras del imperio que llegaron a desestabilizar y
ensangrentar a los estados de Guerrero, Michoacán y Oaxaca entre otros estados de la
república.
La señora Clinton formó parte del gabinete del Presidente Barack Obama, que ejecutó la
iniciativa Mérida, que nos ha llevado a la muerte y destrucción en toda la república, con una
violencia generalizada que aún no termina.
La señora Clinton también formó parte del gabinete del Presidente Barack Obama, que
implementó el programa “rápido y furioso”, que permitió el traslado a nuestro país de
centenares de miles de armas de todos calibres, muchas de ellas de uso exclusivo de las Fuerzas
Armadas estadounidenses; con esas armas más de cien mil mexicanos han muerto y la violencia
continúa. Fue muy patético que el Presidente Calderón declarara en su tiempo, que no sabía
que el programa “rápido y furioso” también serviría para introducir armas estadounidenses a
México.
La señora Clinton puede ser un real peligro para México, si la diplomacia mexicana no actúa con
valor, patriotismo e inteligencia, tomando en consideración los valores de nuestra historia y
nuestra cultura.
Y a pesar de ello, por las bravuconadas de Trump, millones de mexicanos están dispuestos a
votar por la señora Clinton para la presidencia. No conocen su historia personal, ni tampoco su
historia como funcionaria de Barack Obama en sus acciones contra nuestro país. Ella y su esposo
con su fundación Clinton traen entre otros temas a desarrollarse en la política mundial, la
agenda de los matrimonios homosexuales, la educación sexual a escolares menores y sin duda
la división y desestabilización de países con políticas que afectan a la familia y a la religión
católica. Todo ello no sin dejar de sonreír en todos su actos.
Lo anterior está en la política estadounidense siendo también promovido por las naciones
unidas. Hay embajadores yanquis como el de filipinas actualmente, que ha provocado
problemas diplomáticos en ese país por implementar esas políticas.
Por todo lo anterior parece que se confirman las opiniones de Julian Assange, sobre los
candidatos a la presidencia de Estados Unidos.
En ese ambiente pésimo, en que se mueven ambos candidatos, qué debe hacer la diplomacia
mexicana, que dispone de posibilidades y limitaciones en su accionar, tomando en cuenta que
las posibilidades dan opciones y que las limitaciones las niegan. Actuar en consecuencia.
Sabiendo esto, lo hecho por México, fue lo mejor. Sabiendo que existen remotas posibilidades
de triunfo de Trump, pero que por mínimas que sean pueden suceder, invitó a los dos
candidatos; no a uno que hubiera sido un trágico error sino a los dos, que los pone en igualdad
de trato. No es cierto como dijeron izquierdistas y derechistas, que México tomó partido por
uno de los candidatos, invitó a los dos y uno de ellos aceptó rápidamente la invitación, lo que da
idea de la importancia que tienen los mexicanos en México y de Estados Unidos. También la
prensa mundial al servicio de los mismos que gobiernan Estados Unidos se lanzó contra nuestro
país y contra el Presidente de México. Responden a los mismos intereses globalistas que
gobiernan en Estados Unidos.
Al invitar a los candidatos el Presidente sabe que quien sea electo, trátese de quien se trate, es
el interlocutor del pueblo estadounidense con nuestro país.
La actuación del Presidente al asentar que trabaja para defender a los mexicanos de México y a
los que están fuera de México fue impecable.
Quien cambió conceptos y opiniones sobre los mexicanos fue el candidato Trump, además se
declaró sin necesidad, amigo del Presidente. Le creemos los mexicanos seguramente, no, pero
esto se logró seguramente por la grandeza de nuestra historia, nuestra cultura y de la
importancia en todos los órdenes de los más de 150 millones de mexicanos o descendientes,
que viven en México y Estados Unidos.
Como escribí antes el proceso de elección presidencial estadounidense es totalmente
manipulado por los intereses económicos, bancarios, financieros, industriales y de medios de
comunicación que gobiernan al país, eso incluye a ambos candidatos pues tanto el partido
demócrata como el republicano, semejan una naranja partida en dos de arriba hacia abajo. Es
decir son idénticos y solamente intereses partidarios o de grupo los separan, quien no sabe esto
debe informarse sobre el particular.